Hace poco, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA), notificó la investigación de más de 100 quejas de usuarios de automóviles Tesla, quienes aseguran que sus autos aceleran de repente por sí solos y Tesla niega esas acusaciones, asegurando que esto es un intento de manipular sus acciones.
La compañía asegura que estas acusaciones son “completamente falsas”, y confirman que la petición a la NHTSA de iniciar investigación, tiene su origen en un “vendedor en corto de Tesla”, lo que se traduce en alguien que obtiene dinero, adquiriendo y vendiendo acciones en la bolsa de valores, en este caso, de Tesla. El Consumer News and Business Channel fue el primer medio en reportar que un inversionista bancario fue quien inició la petición.
Según declaraciones de la compañía, Tesla investiga “cada incidente en el que el conductor indica a la compañía que el automóvil habría acelerado de algún modo distinto al que el conductor había indicado, y asegura, que en cada una de esas investigaciones, al analizar los datos del automóvil, han determinado que siempre funcionaron de manera correcta”.
Sin embargo, las acusaciones aseguran que de los 127 casos registrados por quejas de usuarios, 110 tuvieron como resultado un accidente de tránsito, de los cuales 52 resultaron en lesiones de los pasajeros de los autos.
Y nos viene a la mente la pregunta: ¿Podemos confiar ciegamente en esta compañía?
La respuesta se queda a tu libre elección.