Aunque ya no imprimimos tanto material como antes de la llegada de los smartphones y las tabletas (a los que siempre podemos enviar un PDF que nos sirva como hoja impresa en su lugar, por ejemplo), aún pueden darse casos en los que necesitemos recurrir a una impresora. Teniendo en cuenta que los cartuchos no son precisamente unos consumibles baratos, siempre es buena idea tratar de ahorrar toda la tinta que sea posible, sobre todo si no necesitas que la presentación sea impecable. Además de tratar de imprimir sólo con tinta negra en lugar de a color o utilizar el modo borrador, existen otros métodos interesantes, como por ejemplo utilizar un tipo de letra optimizado para ahorrar tinta. 1 Entre las más comunes y usadas, Garamond es una de las que menos tinta consume, justo lo contrario que tipografías como Impact, capaces de gastar hasta tres veces más. Pero si decides instalar nuevos tipos de letra pensados para lograr una impresión más sostenible, Ecofont (www. ecofont.com/es) es una de las mejores opciones disponibles. Su peculiaridad es que introduce agujeritos en el cuerpo de cada letra, con lo que se consigue ahorrar hasta un 50% de tinta respecto a otras fuentes. Además de prestar atención al tipo de letra empleado, también puedes recurrir a herramientas como EcoPrint (www.ecoprintsaver.com), con la que serás capaz de establecer un porcentaje de tinta a utilizar. Así, según los responsables de esta utilidad, consumirás hasta un 75% menos de tinta en cada impresión.