Si en algún momento tenías alguna esperanza de que Google no permitiría a los humanos escuchar las grabaciones de voz de Google Home y Google Assistant, elimínala de tu mente, pues esto ya no se puede asegurar.
Uno de los empleados que Google contrató precisamente para revisar esas grabaciones de voz, acaba de filtrar más de mil de ellas a una organización de noticias belga, y en Google están muy molestos con este incidente.
El informe de noticias belga es bastante grave porque incluye muchísimas grabaciones de Google Assistant realizadas por ciudadanos anónimos de ese país.
Hace ya bastante tiempo que sabíamos que Google emplea a personas para revisar y transcribir grabaciones de voz, con el único fin de entrenar la tecnología que sirve de base al asistente de voz. Amazon y Apple han admitido haber hecho lo mismo, y ya hemos hablado antes sobre la incómoda verdad de por qué los humanos aún son necesarios para que estos asistentes de voz funcionen.
Desafortunadamente para Google, uno de sus trabajadores subcontratados originó este incómodo incidente. Esta persona también ha permitido que los periodistas vean el software que usa la compañía para revisar las grabaciones. El informe nos confirma lo que ya sabíamos, pero escuchar las grabaciones es un vívido recordatorio de que las cosas que le dices a un asistente de voz se graban, almacenan, e inevitablemente corren el riesgo de ser filtradas a hackers, gobiernos u organizaciones de noticias belgas.
Google contraatacó con una publicación en su blog, que tacha la filtración como una violación de la seguridad. La compañía explica este proceso de revisión, como algo necesario para que sus productos funcionen bien en varios idiomas, aunque existe el mismo proceso de revisión para grabaciones de asistentes en inglés.
Acabamos de saber que uno de estos revisores de idiomas ha violado nuestras políticas de seguridad de datos al filtrar datos confidenciales de audio. Nuestros equipos de respuesta de seguridad y privacidad se han activado, están investigando y tomaremos medidas. Estamos realizando una revisión completa de nuestras salvaguardas en este sentido para evitar que vuelva a ocurrir un caso de conducta indebida como este.
Y continúa asegurando que “solo alrededor del 0.2 por ciento de todas las grabaciones de audio” se envían a revisores humanos. Eso, en principio, parece ser un número pequeño , hasta que recuerdas que hay mil millones de dispositivos que pueden consultar el Asistente de Google.
Lo que más preocupa de esto, es el simple hecho de que muchas grabaciones ocurren por accidente. Se supone que el Asistente de Google y otros asistentes de voz deben comenzar a grabar sólo después de que el usuario diga una palabra o frase como “Oye Google”. Sin embargo, el informe de noticias belga explica: “VRT NWS escuchó más de mil extractos, 153 de los cuales fueron conversaciones que nunca deberían haberse grabado y durante las cuales el comando “Ok Google” claramente no se dijo, lo que significa que aproximadamente el 10 por ciento de lo que Google está grabando , es algo que no se debería grabar.
No está claro qué pasará después. Quizás algunas personas sean un poco más cautelosas con respecto a su Google Home o su Amazon Echo o Apple HomePod. No son pocos los expertos en privacidad que equiparan estos dispositivos a los aparatos de escuchas telefónicas. Esta analogía tiene cada vez más sentido a medida que aprendemos cómo funcionan. Un Google Home tiene micrófonos activados de manera predeterminada y que a veces graban audio sin el consentimiento explícito del propietario. Luego esas grabaciones se envían a un subcontratista que puede tener el capricho de filtrar las grabaciones a la prensa, y esto es lo que acaba de suceder.
Otro posible resultado, es que salgas corriendo, cojas tu Google Home o tu Amazon Echo o tu Apple HomePod y lo arrojes al océano, grites desaforadamente a la nada, y te sientes a llorar en la arena. pero ya de nada sirve. Tal vez este futuro no sea el que queríamos o esperábamos, pero es el que nos ha tocado vivir y habrá que buscarle el lado bueno.