¿Qué sucedería si cuando tu GPS te dice que gires a la derecha, en realidad no es tu GPS quien está dando las indicaciones, sino que es alguien que está engañando al sistema? Pues esto es lo que aseguran haber conseguido un grupo de investigadores de Virginia Tech ( con un porcentaje de éxito del 95% ), en colaboración con la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China y Microsoft.
Hasta ahora, este tipo de métodos de engaño, resultaban poco eficaces, ya que intentaban guiarnos por calles que no existían o por rutas que no tenían ningún sentido. Sin embargo, este equipo de investigadores defiende que su método tiene en cuenta las características de la carretera por la que circula el coche, por lo que puede manipular las indicaciones de manera creíble.
El objetivo de esta investigación, según manifiestan los propios investigadores, es demostrarles a los fabricantes y usuarios de GPS , que deberían de tomarse en serio la posibilidad de que sus GPS puedan ser manipulados. De hecho , aseguran que su método es eficaz contra cualquier sistema de navegación por carretera habilitado ,desde los integrados en los coches hasta los del móvil.
Estos académicos lo que han hecho ha sido crear un algoritmo de manipulación de GPS e instalarlo dentro de un pequeño dispositivo, cuyos componentes sólo suman 223 dólares. El dispositivo tiene un alcance de 50 metros, con lo cual se podría realizar el ataque instalándolo en el coche de la víctima o siguiéndole desde otro coche que se mantenga a la distancia adecuada.
El algoritmo creado es capaz de generar rutas en tiempo real y enviarle señales GPS manipuladas al dispositivo de la víctima para que muestre unas instrucciones consistentes con las calles por las que circula. El conductor no notará nada raro en su GPS y sencillamente seguirá la ruta equivocada hacia el destino que el atacante le quiera llevar.
Para desarrollar su algoritmo, los investigadores utilizaron 600 rutas reales de taxis en Boston y Manhattan. Más tarde, pusieron a prueba su ataque, realizando pruebas de conducción en el mundo real y 38 de los 40 participantes, acabaron siendo engañados por su GPS, el cual les llevó a localizaciones equivocadas.
Este equipo de investigadores también propone una serie de protecciones básicas, las cuales podrían incorporarse a los sistemas de GPS, para limitar la eficacia de este tipo de ataques. Con esto, no sólo sería más difícil engañarnos y llevarnos a una zona que no era la elegida por nosotros, sino que también nos protegería de posibles ataques en unos coches autónomos que también son vulnerables.