Usar nuestro correo para registrarnos en servicios de los que desconfiamos no es una buena idea.
Muchas veces, necesitamos facilitar una cuenta de correo para acceder a una información, un sorteo, una app que simplemente queremos probar, pero de la que no tenemos absoluta seguridad que vayan a tratar nuestros datos de manera honesta.
Configuramos la seguridad de nuestro correo, somos exhaustivos con el filtro spam… pero alguna vez acabamos regalando nuestro correo a algún spammer.
La solución más practica cuando tengamos dudas se llama TrashMail. Un servicio que nos permite crear una dirección desechable y establecer si queremos que la duración de la misma sea de días, semanas o meses y cumplido ese plazo que configuremos, se destruye.
Tiene una extensión para Chrome y las opciones de la versión free son bastante completas, aunque nos ofrecen un programa de membresía PLUS que amplía estos servicios.