La tecnología Li-Fi, que utiliza la luz visible para la transmisión de datos, podría superar la velocidad del Wi-Fi en más de 100 veces. No solo proporciona un generoso ancho de banda para la transmisión simultánea de abundante información, sino que también garantiza una seguridad sólida al enviar datos exclusivamente en áreas iluminadas. Su aspecto más destacado radica en la aprovechamiento de la infraestructura de iluminación existente, como los LED, eliminando así la necesidad de instalaciones independientes. A pesar de estas ventajas, la implementación de la comunicación de luz visible (VLC) en sistemas de iluminación prácticos se enfrentaba a desafíos de estabilidad y precisión en la transmisión de datos.
Recientemente, un equipo colaborativo liderado por el profesor Dae Sung Chung, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH), junto con el investigador Dowan Kim, el profesor Dong-Woo Jee y Hyung-Jun Park del Departamento de Ingeniería de Semiconductores Inteligentes de la Universidad de Ajou, y el profesor Jeong-Hwan Lee del Departamento de Ciencias de Materiales e Ingeniería de la Universidad de Inha, logró utilizar la iluminación interior para la comunicación inalámbrica mediante la reducción de la interferencia de luz con una innovadora fuente de luz. Sus descubrimientos revolucionarios fueron publicados en «Advanced Materials».
El equipo abordó el problema de interferencia, que ocurre cuando la luz de la misma longitud de onda se cruza, resultando en la fusión o cancelación de amplitudes. Este fenómeno se observó al usar LED como fuente de luz de un solo color en la tecnología VLC. Para superar este obstáculo, desarrollaron una nueva fuente de luz combinando diodos orgánicos emisores de luz (OLED) en rojo, verde y azul, creando así una fuente de luz que imita la iluminación blanca estándar con mínima interferencia.
Adicionalmente, introdujeron una estructura de cavidad para mejorar la representación del color de los OLED para cada longitud de onda e incorporaron una estructura Fabry-Pérot en los fotodiodos orgánicos absorbentes de luz (OPD) para recibir selectivamente longitudes de onda específicas de luz.
La luz blanca compuesta del equipo demostró una tasa de error de bits (BER) significativamente inferior a la de las fuentes de luz convencionales. El BER, que representa la proporción de error con respecto al total de bits transmitidos, sirve como un indicador clave de la calidad de la señal digital. Este logro notorio implica una efectiva supresión de la interferencia entre fuentes de luz, asegurando una transmisión precisa de información.
El profesor Dae Sung Chung, líder del consorcio, explicó: “En contraste con las fuentes de luz convencionales, nuestra fuente de luz, que combina tres longitudes de onda, evita la interferencia, mejorando así la estabilidad y precisión en la transmisión de datos. Anticipamos que esta tecnología será una herramienta potencialmente beneficiosa para diversas industrias, sirviendo como una solución de comunicación inalámbrica de próxima generación que utiliza sistemas de iluminación convencionales.”
Este estudio contó con el respaldo del Programa de Descubrimiento de Materiales Creativos de Tecnología de Nano-Materiales de la Fundación Nacional de Investigación de Corea, financiado por el Ministerio de Ciencia y TIC de Corea.