¿Cómo te sientes hoy? Espero que estés bien. Pero, ¿puedes recordar cómo te sentías hace dos martes? Probablemente sea un poco más difícil de precisar. Sería genial contar con alguna tecnología que pudiera llevar un registro de estas cosas, ¿no?
Una empresa llamada Emteq Labs ha presentado una innovadora propuesta: unas gafas inteligentes que, en lugar de mirar al exterior, miran hacia adentro, al usuario. Estas gafas, llamadas Sense, están equipadas con sensores que, según la empresa, pueden detectar en tiempo real los movimientos faciales para interpretar el estado emocional del usuario. Los sensores situados en la parte superior de la montura monitorean los ojos y las cejas, mientras que los de la parte inferior detectan los movimientos de las mejillas y la mandíbula. Esto les permite captar expresiones sutiles, como una sonrisa o un fruncir del ceño, e incluso masticar.
Charles Nduka, director científico de Emteq y cirujano del Reino Unido especializado en la musculatura facial, explica que su motivación para desarrollar las gafas Sense surgió al trabajar con pacientes que necesitan recuperar la movilidad facial, como aquellos con parálisis facial. “Comencé creando tecnología para ayudar en la rehabilitación de estos pacientes”, dice Nduka, “pero luego vi una oportunidad más amplia para ayudar a más personas”.
Aunque las gafas Sense aún no están disponibles para el público y no tienen una fecha de lanzamiento, la empresa planea lanzar un kit de desarrollo para socios en diciembre. Algunos podrían pensar que este anuncio busca atraer la atención de gigantes tecnológicos como Meta o Apple.
Emteq no es la única empresa que trabaja en la detección de emociones, ya que otras, como Hume, lo hacen mediante el análisis del tono de voz. Incluso los chatbots han logrado evocar diversas emociones en las personas.
Steen Strand, CEO de Emteq y exdirector de hardware de Snap, destaca que el objetivo de las gafas Sense es utilizarlas principalmente en dos áreas: salud mental y control alimenticio. Las gafas, con sensores que detectan la masticación y una cámara externa para fotografiar alimentos, pueden ayudar a los usuarios a monitorear sus hábitos alimenticios y ofrecer alertas si detectan patrones como comer demasiado rápido, lo cual podría estar relacionado con comer en exceso.
Una de las primeras aplicaciones de esta tecnología será en asociación con una empresa de control de peso, aunque Emteq no ha revelado su nombre.
A pesar de las innovaciones, no todos están convencidos. Andrew McStay, experto en inteligencia artificial emocional, señala que medir las emociones basándose en expresiones faciales es complicado y poco preciso, ya que las emociones pueden variar según la cultura o la neurodivergencia.
Emteq asegura que su tecnología será utilizada bajo la supervisión de profesionales de la salud para evitar malos usos. La visión de la empresa es que los datos emocionales proporcionen a terapeutas o asesores dietéticos información útil para ofrecer recomendaciones más acertadas. Strand imagina un futuro en el que los terapeutas puedan usar estos datos para mejorar las sesiones con sus pacientes, identificando áreas problemáticas de antemano.
Sin embargo, el camino no será fácil. Emteq competirá con grandes empresas tecnológicas que desarrollan dispositivos portátiles más versátiles, como las gafas inteligentes de Meta, que podrían integrar estas capacidades internas junto con otras funciones.
Algunos críticos, como Avijit Ghosh de Hugging Face, también advierten sobre los riesgos de que actores malintencionados utilicen esta tecnología para invadir la privacidad de las personas, con el potencial de controlar o explotar emociones de manera distópica.
Por último, Jodi Halpern, investigadora de bioética, señala la importancia de no depender en exceso de la tecnología para entendernos emocionalmente. Aunque estas herramientas pueden ser útiles, debemos seguir fomentando nuestra autoconciencia y empatía de manera personal, dedicando tiempo a la introspección sin la mediación constante de dispositivos tecnológicos.