Muy pronto podrás sentir el inquietante zumbido de los drones volando sobre tu cabeza de manera habitual. Varias compañías ya compiten por ser las primeras en llenar el cielo de nuestras ciudades, con un ejército de drones repartiendo paquetes.
El Wall Street Journal informaba el pasado sábado, que varias grandes compañías han comenzado programas de reparto mediante drones, de una manera bastante discreta. Esas empresas incluyen Amazon, Walmart y la compañía matriz de Google, Alphabet, pero no son las únicas. Todas ellas llevan probando este método de reparto desde hace un tiempo, pero al parecer, 2022 es el año en el que esta tecnología comienza a despegar a nivel comercial. Según el Journal, las ciudades en las que se está desplegando esta tecnología ya cuentan con entregas que van desde las pocas docenas diarias a varios miles.
Wing, la compañía de entrega por drones ,propiedad de Alphabet es uno de los más enfocados en este negocio. El lunes se anunció el primer servicio comercial de entrega por drones en Texas. Las entregas se limitarán a varias zonas residenciales en la ciudad de Dallas, donde Wing lleva realizando pruebas desde el pasado año. El servicio comercial comenzará el 7 de abril.
“Comenzaremos a pequeña escala en la zona metropolitana de Dallas-Fort Worth, con cobertura en las áreas residenciales de Frisco y Little Elm”, explicaba Adam Woodworth, jefe tecnológico de Wing, en un post. “Ademas de artículos de Walgreens, comenzaremos a trabajar con otros tres socios: helados de Blue Bell Creameries, medicinas vetarinarias con Easyvet, y kits de primeros auxilios con Texas Health”. Woodworth se ha referido al lanzamiento como el primer servicio comercial de reparto con drones en un área metropolitana de Estados Unidos.
Desde sus inicios, el reparto con drones ha tenido que lidiar con muchos problemas, y el más pequeño no ha sido precisamente afinar todos los detalles sobre regulación necesarios para volar en áreas habitadas. El Journal cita que las iniciativas han despertado no pocas desconfianzas, sobre la posibilidad de que los drones caigan sobre alguien o choquen contra aeronaves.